Hermenegildo Sábat
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(de "Crónicas del Ángel Gris")
.La amistad debe nacer en la juventud o en la infancia. Nuestros amigos son aquellos que aprenden junto a nosotros o, mejor todavía, los que viven aventuras a nuestro lado. Y por lo general, la gente aprende y vive aventuras en la juventud. Después casi todo el mundo consigue algún empleo en casas de comercio y ya resulta imposible adquirir conocimientos nuevos o pelearse con una patota.
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A los once o doce años, uno empieza a hartarse de la familia y encuentra que los muchachos de la esquina son mucho más divertidos que el tío Jorge. Durante más o menos una década nadie estará más cerca de nuestro corazón que esos muchachos. Y si uno quiere aprovisionarse de amigos, debe hacerlo en ese período. Después será demasiado tarde.
A los once o doce años, uno empieza a hartarse de la familia y encuentra que los muchachos de la esquina son mucho más divertidos que el tío Jorge. Durante más o menos una década nadie estará más cerca de nuestro corazón que esos muchachos. Y si uno quiere aprovisionarse de amigos, debe hacerlo en ese período. Después será demasiado tarde.
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Sucede que en cierto momento de la vida uno descubre que esta rodeado de extraños: compañeros de trabajo, clientes, acreedores, vecinos y cuñados. Los amigos de verdad están lejos, probablemente encerrados en círculos parecidos.
Sucede que en cierto momento de la vida uno descubre que esta rodeado de extraños: compañeros de trabajo, clientes, acreedores, vecinos y cuñados. Los amigos de verdad están lejos, probablemente encerrados en círculos parecidos.
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Algunos empecinados insisten en cultivar amistades nuevas. Los matrimonios maduros se visitan mutuamente y desarrollan pálidas parodias de la amistad verdadera: se cuentan una y otra vez episodios antiguos, vividos con los amigos viejos, que ya no están. Cuando uno es joven no cuenta historias a sus amigos: las vive con ellos...
Algunos empecinados insisten en cultivar amistades nuevas. Los matrimonios maduros se visitan mutuamente y desarrollan pálidas parodias de la amistad verdadera: se cuentan una y otra vez episodios antiguos, vividos con los amigos viejos, que ya no están. Cuando uno es joven no cuenta historias a sus amigos: las vive con ellos...
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Alejandro Dolina
(Argentina, 1949)
hay una excepcion a la regla: los amigos de blog cuando uno tiene mi edad.
ResponderEliminarLos amigos de blog te permiten, porque son generosos como felis, volver a ser la chica luminosa o lista que eras. No te ven por tu apariencia (aunque hayan visto tus fotos), no te evaluan por tu trabajo (como en mi caso que soy directora de escuela o jefa de un servicio de salud) ni por tus estudios. Les gustas por que sos simpatica, u ocurrente, o lúdica.
Por que sos generosa o porque los escuchas. Los amigos de blog son muy diferentes a vos: yo me enllené (por esas cosas de la vecindad, como cuando sos adolescente) de amigos peronistas fanaticos y me perdonan la vida por no serlo o no les importa porque hablamos de musica, como cuando tenia 16, con el mismo fervor.
Los amigos de blog son mi caso, el revival de los amigos de la adolescencia, y eso me hace muy pero muy feliz.
No se a ud.
Comparto lo dicho por nilda y agrego que los amigos que uno hace de grande comparten otros códigos. Los amigos actuales son producto de nuestras vidas actuales, si uno quiere solamente a los amigos de la infancia, es porque a uno no le gusta el cambio que ha hecho de su vida.
ResponderEliminarUno no es el mismo de antes, por lo tanto busca otro tipo de relaciones.
Cierto hasta un límite. En mi caso he disfrutado del nacimiento de una nueva amistad sin poder volver a cumplir los treinta y cinco.
ResponderEliminarSaludos,
¡Qué bueno es esto de compartir, de escuchar otros puntos de vista! Cuánta razón tienen Nilda, Jazz, César... Gracias por pasar y hacerme repensar.
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