jueves, 8 de mayo de 2025

La mano

 


Estoy acostado en mi cama, solo.
A las 11 de la noche, después de relajarme y poner mi mente en blanco, me dormí profundamente.
Hace más de diez años que vivo sin compañía y la más terrible soledad inunda mi casa todas las noches. Por eso me aseguro de cerrar puertas y ventanas con la máxima seguridad antes de ir a dormir.
Son las tres de la mañana y me desperté sobresaltado.
Una mano, que no es la mía, acaba de apoyarse sobre mi hombro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario