Estaba el Diablo mal parado
en la esquina de mi barrio,
ahí donde dobla el viento
y se cruzan los atajos.
Al lado de él estaba la Muerte
con una botella en la mano,
me miraban de reojo
y se reían por lo bajo.
Y yo que esperaba no sé a quién,
al otro lado de la calle del otoño
una noche de bufanda
que me encontró desvelado.
Entre dientes, oí a la Muerte
que decía así:
Cuántas veces se habrá escapado,
como laucha por tirante
y esta noche que no cuesta nada,
ni siquiera fatigarme,
podemos llevarnos un cordero,
con solo cruzar la calle.
Yo me escondí tras la niebla
y miré al infinito,
a ver si llegaba Ese
que nunca iba a venir.
Estaba el Diablo mal parado,
en la esquina de mi barrio,
al lado de él estaba la Muerte,
con una botella en la mano.
Y temblando como una hoja,
me crucé para encararlos,
y les dije: Me parece que esta vez
me dejaron bien plantado.
Les pedí fuego y del bolsillo
saqué una rama pa' convidarlos,
y bajo un árbol del otoño
nos quedamos chamuyando.
Me contaron de sus vidas,
sus triunfos y sus fracasos,
de que el mundo andaba loco
y hasta el cielo fue comprado,
y más miedo que ellos dos,
me daba el propio ser humano.
Y yo ya no esperaba a nadie,
y entre las risas del aquelarre
el Diablo y la Muerte
se me fueron amigando,
ahí donde dobla el viento
y se cruzan los atajos,
ahí donde brinda la vida,
en la esquina de mi barrio.
Siempre escuché decir de la “Balada…” que es un tema que hace apología del consumo de drogas (“saqué una rama pa’ convidarlos”). Creo que quienes lo dicen —inclusive muchos jóvenes— nunca se detuvieron a analizar tranquilamente sus versos, sus metáforas, el significado connotativo que tiene esta canción. Cansa un poco escuchar que porque en una canción suenen palabras como "porro", "faso", "merca", "rama", "yuyo" o directamente cocaína o marihuana, se está invitando a toda la juventud a probar, a consumir. Pienso exactamente alrevés de los que así opinan. Intentaré explicar por qué.
El barrio es uno de los elementos más sensibles del rock nacional, sobre todo en aquellos grupos que se formaron y crecieron en él (los que al principio fueron llamados “under”, cuando no habían llegado todavía a ser medianamente conocidos).
El barrio es el lugar donde se desarrolla la historia de la “Balada...”, en una esquina cualquiera (“ahí donde dobla el viento / y se cruzan los atajos”), indeterminada, pero tan importante como cualquier otra. En calles por las cuales la voz poética espera su destino, desorientado, una noche fría, de insomnio. Esta primera persona podría representar sin mayores esfuerzos de imaginación a todos aquellos jóvenes –y otros no tanto- que atraviesan momentos de incertidumbre y deambulan por la calle –por la vida– buscando su propia identidad. Y no es casual que en esas circunstancias se “encuentre” con estos dos personajes por de más simbólicos.
Cada oyente de la canción –cada lector de su letra– podrá imaginarse una escena muy particular, parecida o diferente a la que imaginó quien la escribió, o a la de otro oyente –o lector–. Se podrá imaginar un escenario: una esquina cualquiera de barrio en una noche fría de otoño, con neblina, en horas de la madrugada –esto significa solitaria, silenciosa, oscura, sin movimiento– (“una noche de bufanda / que me encontró desvelado”). Se podrá imaginar también al personaje que narra la historia de mil maneras diferentes, una por cada oyente o lector, caminando solo, con sus manos en los bolsillos, cabizbajo, meditabundo, cuestionándose sobre su presente, sobre su futuro, sobre la incertidumbre de su propia vida.
¿Y por qué hablar de cuestionamientos interiores acerca de su propio ser? ¿Quién es ese “Alguien” a quien está esperando cuando de pronto se le aparecen el Diablo y la Muerte? (“Y yo que esperaba no sé a quién”), ¿quién es “Ese” al que espera ya casi sin esperanza? (“a ver si llegaba “Ese / que nunca iba a venir”), ¿quién no concurrió a su encuentro? (“me parece que esta vez / me dejaron bien plantado”), ¿por qué en ningún momento lo nombra?
El encuentro con el Diablo y la Muerte no es casual. Bien hubiese podido encontrarse con un amigo, con la policía, con un borracho o con una patota. Pero se encontró con estos personajes, contraposición segura de aquel a quien estaba esperando: quién otro sino alguien que lo salvara de su incertidumbre pasajera (o no). ¿Por qué aparecen justamente el Diablo y la Muerte, típicos conceptos religiosos, en una canción de rock? Porque la mística siempre ha formado —y forma— parte de la mente joven. El Diablo es el Mal y se presenta como la antítesis del Bien; y “al lado de él estaba la Muerte”, concepto que contraponemos a Vida, como si la muerte fuera peligrosa, como si no fuera algo natural.
Esa noche seguramente no era una noche optimista para el protagonista. A la espera de "Alguien”, se le aparecieron de repente dos personajes asociados a las tinieblas —recordemos que la acción transcurre de noche, hace frío y la soledad es total—. ¿Se los hubiese encontrado un día de sol, en momentos en que en la calle la gente abunda, o si hubiese estado acompañado de algún amigo y en estado de tranquilidad con su alma? Seguramente que no. Los estados de ánimo nos llevan a pensar de determinada manera, a imaginarnos en determinado lugar y a encontrarnos con determinados personajes.
La idiosincrasia de la primera persona hace que al principio se sienta incómoda, temerosa. Como se dijo, el Diablo y la Muerte se asocian a la idea del Mal, y escuchó a la Muerte hablar con el Diablo sobre él: estaba indefenso (“podemos llevarnos un cordero”). Sintió miedo, desesperación. Deseó que llegara “quien debía llegar” y se escondió. Pero tal presencia nefasta le hizo recobrar confianza, perder el miedo, y ante la imposibilidad de evitarlos, los enfrentó: compartió con ellos un cigarro (la famosa “rama”) y comenzaron a conversar.
El Diablo y la Muerte se brindaron a nuestro personaje con confianza y seguridad. Le plantearon su visión sobre la realidad del mundo, la del hombre, la de ellos mismos. Fue una estrategia inteligente. Poco a poco el miedo se fue perdiendo y se convirtió en confianza, en comprensión, en afinidad. Y en esa misma esquina de barrio, donde al principio el Diablo estaba “mal parado”, ahora nuestro personaje se une a ellos en la creencia de haber encontrado el sentido de la vida, lejos de los hombres, lejos de Aquel que nunca llegó, que nunca lo escuchó, que nunca se interesó por él.
Tranquilamente se puede atribuir a esta canción un significado simbólico: El hombre, en un estado de incertidumbre, de debilidad sentimental, busca nuevos caminos, busca una razón de vida, y lo hace donde puede hacerlo, en el lugar que tiene más a mano, a la hora que puede y como puede. Dependerá de diferentes factores el resultado que obtendrá.
Y aquí radica mi planteo por el cual rechazo que este muy buen tema de nuestro rock pueda llegar a tomarse como una incitación al consumo de drogas: ¿si hubiese encontrado a alguien de confianza, a un amigo, a un pariente, a alguien que lo salvara de la soledad, se hubiese encontrado con el Diablo y la Muerte?
Estás siguiendo mis pasos che! jajaja
ResponderEliminarSí, la verdad es que este tema con la droga no tiene nada que ver, asociar algo a una cosa por un solo verso es un error. Y este, efectivamente, es uno de los mejores temas del Rock Nacional -y ni siquiera me gusta La Renga-. Es muy bueno tu planteo nunca se me había ocurrido algo así.
Y no, posiblemente no hubiera sido lo mismo si se hubiera encontrado con ese alguien, evidentemente el ambiente nos hace, entre otras cosas.
Un abrazo che, te felicito, seguí así!
Me ha gustado mucho la balada, plantea el problema de la soledad y del miedo a la muerte, me gusta el enfoque tan humano que expresa, especialmente cuando describimos al diablo y a la muerte como si fueran un par de compañeros más del camino, en cualquier esquina de cualquier barrio...
ResponderEliminarCoincido que asociarla a la droga porque habla de ella es un error, también que una vez que sale de su autor, el tema tienen tantas explicaciones como oyentes, de ahí que no puedo afirmar que aquel que la asocia a la apología de la droga esté equivocado, quizas esta interpretando que esa persona que está en alguna esquina, de cualquier barrio, esta flasheando, nada raro desde hace bastante tiempo en cualquier lugar del país. No es mi apreciación del tema del cual tengo una mirada distinta, la primera vez que lo escuchen fue en vivo y me partió literalmente la cabeza, fue en un momento especial de mi vida donde estaba a días de mi desarraigo de Bs.As. para partir dejando todo y empezar de cero en otro lugar. Se me planteo que debía tomar el coraje de encarar y dejar los temores atrás.
ResponderEliminarIgualmente excelente el análisis y muy didáctico.
Abrazos...Walter Currás
cuantas veces se habra escapado..
ResponderEliminares una historia... la historia de la esquina.. en la que cuenta en primera persona, que desvelado una noche fría sale a esperar a alguien.. y en la esquina hay dos tipos (cualquiera q salga de noche solo y ve a un par de tipos en una esquina y ve que están escaviando, va a pensar mal o se va a sentir perseguido por su presencia, en otras palabras se les tiene como miedo... para cualquiera esos van a ser al diablo y la muerte los dos seres que mas miedo te dan por así decirlo. Aveces estoy con un amigo tomando una cerveza a altas horas de la madrugada todo abrigado, encapuchado por el frío, y cuando cruza alguien desconocido y nos ve, debe ver al diablo y a la muerte de este tema, no se si me explico...) y bueno están en la esquina y a el que espera no llega.. y escucha que uno(la muerte) habla sobre el.. (como diciendo.. mira aquel cuantas veces se habrá escapado, como laucha por tirante (es una forma de compararlo con una laucha escapando de q lo atrapen... todos alguna vez nos escapamos de algo q hicimos je no todos pero hay muchas ratas como personas) después sigue... esta noche q no cuesta nada ni siquiera fatigarme.. podremos llevarnos un cordero con solo cruzar la calle...(en otras palabras dice que podrían hacer lo que quisieran con él pero no valía la pena ni siquiera fatigarse) y sigue "yo me escondí tras la niebla y mire al infinito, a ver si llegaba ese que nunca iba a venir" ( acá después de escuchar eso, es como que se impacienta ya quiere que llegue "ese", que hacemos todos cuando esperamos a alguien y no llega... miramos al infinito!! o no? bueno o le mandamos un mensaje o llamamos jeje...) y repite "estaba el diablo mal parado en la esquina del diablo y al lado de él estaba la muerte, con una botella en la manoo" (esta esperando a alguien pero esta pendiente del diablo y la muerte... no puede ignorarlos)... y sigue... "y temblando como una Hoja" (puede ser del cagazo o del frio.. vamos a decir que por las dos cosas) "me cruze para encararlos, y les dije me parece q esta vez, me dejaron bien plantado" (aca habre un dialogo, medio como explicando que hacia ahí solo) "les pedi fuego y del bolsillo, saque una rama pa´convidarlos" (y aca quiere entrar en confianza pidiendo fuego y convidando un faso..) " y bajo un arbol del otoño nos quedamos chamuyando, me contaron de sus vidas, sus triunfos y sus fracazos, de que el mundo andaba loko y hasta el cielo fue comprado, y mas miedo que ellos dos, me daba el propio ser humano, oouoo uoo uoo uoooooo!!!!! ( y bueno aca ya entraron en confianza charlando de sus vidas y opinando de la vida en si) " y yo ya no esperaba a nadie, entre las risas del aquelarre(es un encuentro o reunion de brujos... en este caso el diablo y la muerte y el tipo), el diablo y la muerte se me fueron amigando, ahí donde dobla el viento y se cruzan los atajos, ahí donde brinda la vida, en la esquina de mi barrio!!!!!!!!! de mi barrio!!!!!!!!! ( y bueno aca dice que se olvido de "ese" que tanto espero y se hicieron amigos ahi en la esquina de su barrio) no se si estara bien lo que acabo de escribir... lo que no les gusta me lo dicen es solo como veo yo a este tamazoooo... (si nunka se te puso la piel de gallina escuchandolo no sos RENGO de corazon)
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