Ingresó al gran edificio en
busca de una solución. Un mundo de puertas y laberintos se abrió ante sus ojos.
Durante horas recorrió, yendo y viniendo, los pasillos de los cuatro pisos.
Llegó, por fin, al lugar indicado.
Antes de ingresar, pensó si
la solución no sería volver para atrás.
Pues es de lo poco que nos queda cuasidecente.
ResponderEliminarSaludos,
Gracias, César, por pasar. Un abrazo
EliminarDuda compleja
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