Sintió esa
levedad hermosa que provoca la libertad. Se puso de pie entre llantos y mocos
desconsolados. Quiso hablar, explicarles, justificarse, pero no pudo más que
sonreír. Ni siquiera intentó abrazarlos. Tarde o temprano debía partir. Cuando
dejó de sentir el suelo bajo sus pies, supo que ya era hora.
La escritura es una actividad solitaria. Quien escribe no hace otra cosa que gritar en silencio. A veces logra que alguien lo escuche, pero no siempre que lo entienda (fideo)
miércoles, 20 de febrero de 2013
lunes, 11 de febrero de 2013
sábado, 2 de febrero de 2013
TRIBUNALES
Ingresó al gran edificio en
busca de una solución. Un mundo de puertas y laberintos se abrió ante sus ojos.
Durante horas recorrió, yendo y viniendo, los pasillos de los cuatro pisos.
Llegó, por fin, al lugar indicado.
Antes de ingresar, pensó si
la solución no sería volver para atrás.
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